22 septiembre, 2006

La voz de Galicia

Hay cosas más importantes en las que meditar.
Incluso parece absurdo, en un día como hoy, pensar en el gesto de un aplauso. El columnista tendría que escribir hoy sobre el vendaval, o sobre las investigaciones del 11M (...) Hoy tendría que escribir de este aire que me circunda, lluvia a lluvia, y solo puedo pensar en un aplauso.
No creo que pueda borrar nunca ese aplauso de mi cabeza, que lo pueda apartar de mi. Aplaudían a un hombre que mató a su perro, con saña.
Hay imagenes que uno nunca olvida. Pero también hay imagenes que debemos borrar: porque nosotros no somos Juan Lado. Hay imagenes que no son mi pais. Porque este pais no aplaude. Son unos pocos, apenas nadie, los que vitorean al señor del palo ejecutando a un perro.
Claro que podemos pecar de hipócritas: porque cada día hay asuntos más importantes que deben reclamar nuestra indignación. Pero yo me quedo con el aplauso. Igual que me quedaría con el aplauso de los que consienten y vitorean el maltrato a los humanos, los incendios, los atracos.
Me quedo con el aplauso. Me da asco aquel aplauso. Yo no aplaudo. Yo no tengo nada que ver con ellos. Este pais no aplaude. Somos otros. Somos cientos de miles los que limpiamos las lágrimas de tanta pena.
Un gesto. Sólo un gesto. Parece que quieren definir a un pais por un gesto. Este pais no aplaude.
Los heroes son otros: se jugaron la vida en medio del monte, limpiaron chapapote en el mar, salvaron emigrantes, trabajan de sol a sol para salir adelante, hicieron patrias al otro lado del oceáno, sueñan, rien, comen, saltan de felicidad y alguna vez, pobres, lloran de pena.
Hoy lloramos. Porque nosotros no aplaudimos a la salida del juzgado a aquel que no es como nosotros. Nosotros no somos Juan Lado.
Maldito aplauso. Mil veces mil. Maldito.