26 julio, 2005

La rana

Este es un cuento de los que no se encuentran en los cuentos.

Yo era una princesa de ojos grandes, carcajada franca y sueños de andar por casa; él era un principe azul desteñido de lavados que tomó mi corazón con dulces promesas.

Pero poco a poco él fue abriendo distancias y yo abriendome heridas, él fue cerrandome puertas y yo precintando esperanzas, él fue deshojando cuentos de hadas y yo margaritas.

Y fue así, como a fuerza de negarme besos, el príncipe se convirtió en rana y puso una almohada en medio de la cama para que su frialdad no se templara con mi pasión.

A él lo han visto de la mano de una ranita, croando por ver en el cine una historia de amor con palomitas.

17 julio, 2005

Luz

*Creí que no se me pasaría nunca, que no volvería a sentirme normal. Lo he dudado seriamente aún cuando he visto a otras personas recuperarse de cosas horribles. La gente se adapta, sale adelante y yo, hecha un ovillo en la oscuridad, tenía pánico a no conseguirlo. A quedarme estancada mientras envejecería y me haría cada vez más rara.

Me imaginaba de vieja, con el pelo teñido y muchos gatos; y la gente diría de mi: "Tuvo pareja una vez. Era bastante normal, dicen. Cuesta creerlo."*

Sé que saldré adelante, tú eres mi luz al final de este tunel. En cuanto te tenga a mi lado sabré que todo esto ha terminado.

*Adaptación "Maggie ve la luz"

14 julio, 2005

poco a poco

Nunca había creido que fuera posible enfermar de tristeza. Pensaba que era un concepto absurdo limitado a las novelas victorianas.
He ido comprendiendo que no tengo nada, al menos físico. Mi temperatura es normal. Sea lo que sea es emocional. Mi cuerpo está luchando contra mi separación como si esta fuera un organismo hostil.
No puedo dejar de dormir. Tengo la sensación de caminar bajo el agua, avanzando muy lentamente. Experimento una opresión constante, como si alguien hubiera clavado un cielo sucio y gris a tres centímetros de mi cabeza.