02 mayo, 2010

El cubo de Rubik

Me siento extrañamente bien y no me gusta. No tengo motivos y si me alejo de mi victimismo dejo de ser yo misma. Tengo un trabajo que odio y excepto un mísero sueldo mileurista a fin de mes no me aporta absolutamente nada, sólo madrugones. Una mala salud de hierro, nunca tengo gripes, ni catarros, en mi casa no hay ni una simple aspirina; pero estoy siempre cansada y sufro de una anemia crónica y galopante de la que jamás logro librarme.

Ayer me compré un cubo de Rubik. En eso consiste mi vida, en inventar formas de perder el tiempo. Ni siquiera tengo ganas de esforzarme por construir “algo”.

Si lo único que yo quiero es que me lleve la corriente...

Daeddalus

2 comentarios:

Desde Venezuela dijo...

Bienvenida a casa, nuevamente. Es grato volver a leerte.

Mmmm, feliz cumpleaños..

un beso dijo...

Y si eres consciente porque no lo cambias?