25 octubre, 2006

El final

Cuando estás enamorado y tu relación finaliza, finaliza también una parte de ti. No importa lo pronto, lo rápido o lo bien que lo superes: nunca volverás a ser la misma persona.

La separación, cuando una de las dos partes (o ambas) sigue enamorada, es equiparable no sólo en el aspecto psicológico, si no también en el físico, a la pérdida definitiva de un ser querido. Por eso, el proceso es idéntico al proceso de duelo.

Empieza por la negación (“no, esto no me está pasando a mí”), sigue con la rabia (“me pagará todo el daño que me ha hecho”), deriva al poco tiempo en la tristeza y finaliza con la aceptación.

Entre tiempo, surgen todas las preguntas: por qué, qué he hecho mal, cómo ha podido pasar, qué sucederá en el futuro… y ni una sola de estas preguntas tienen respuestas, más que las nuestras que, en pleno proceso de duelo, vienen sesgadas por el dolor y la melancolía: desde el “yo le perdí”, hasta el “no valgo nada” culminando en el destructivo “nunca volveré a ser feliz.”

No hay secretos, ni pócimas ni ungüentos para las heridas. Pero lo que sí es seguro, matemáticamente exacto, es que el dolor pasa y el proceso finaliza. Y con el tiempo, podemos recuperar la ilusión y dejar de pensar que somos una mierda porque perdimos la persona amada.

Que cada uno busque sus estrategias para hacer correr el tiempo con la paciencia necesaria. Llorar es el recurso emocional de las mujeres, y el retraimiento es el de los hombres.

Tengo unos cuantos manuales, técnicas y hasta estrategias para paliar el dolor de la separación. Pero cuando me tocó a mí, no me ayudó nada de eso.

(lo he sacado de un libro, pero no recuerdo cual)

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Es gratificante leerte, debería decirlo más a menudo, pero creo que soy de muy pocas palabras (lo siento mucho :()

El final es el comienzo de algo nuevo, lo veo todo como un ciclo. Sentir, vivir, evitar cometer los mismos errores, y terminar...

El único final definitivo, ya sabemos cual es, es inevitable.

Disfruta de la vida :** te queda mucha por delante, y cada día es el comienzo de algo nuevo.

Besos.

Ale dijo...

a veces es difícil pero cada tanto me atrevo a pensar que el amor no pasa por una relación de dos

quiero decir: que es imposible elegir a una única mujer
porque puedo viajar y deslumbrarme por otra, o simplemente puede aparecer otra por una calle de mi barrio

siempre voy a favor con una relación, llenándo de ganas, intentando y motivando
pero cuando se termina... tal vez, como una especia de coraza ante la angustia, vuelvo hacia aquel pensamiento y me desenamoro inmediatamente, al mismo tiempo de que me convenzo de que todavía no conocí a la persona indicada.

Anónimo dijo...

He leído el texto y se me han puesto los pelos de punta. Yo he pasado y estoy pasando justamente por eso y realmente no hay una pócima, una solución universal.

Es muy duro y difícil volverse a aceptar.

Un saludo.

Pedro J. Sabalete Gil dijo...

Nunca volverás a ser la misma persona. Cierto y añadiría que afortunadamente no volveremos a ser la misma persona porque se pierde algo de ingenuidad y se gana de sabiduría. Yo soy mucho mejor desde aquel trago amargo.

Para la travesía de ese desierto no hay manual que valga.

Saludos.