Y cuando todo el mundo se vaya
nos quedaremos los dos
entre vasos vacíos y ceniceros sucios,
cómo calma saber que estarás
solo conmigo al borde de la noche,
y que juntos pararemos el tiempo.
Serás el que no se va,
aunque al final te vayas.
Pero, por un tiempo, despertaremos
cada día juntos, riendo, despeinados.
skip to main |
skip to sidebar
NO HAY NADA QUE PERDER, TODO NACE Y MUERE
1 comentarios:
Leer tus versos me ponen enfermo Vero, enfermo de envidia, ganas de robarlos y hacerlos míos, no es justo encontrar alguien capaz de removerte las entrañas y no poder acabar una botella hablando de otras cosas con ella. Que bien escribes jodida.
Publicar un comentario