12 mayo, 2005

EXILIADA

¿Qué hago yo observando las gotas de sangre que gotean desde la bella nariz de Alicia hasta el lavabo?

La siento lejos, muy lejos y no quiero dejarla marchar, no puede irse al vacío sin luchar, ella antes no era una cobarde.
¿Será que el veneno que la invade además de su físico está cambiando su mente?

A veces consigo arrastrarla conmigo y que vuelva a mi mundo pero siempre se escapa. Una y otra vez vuelve a huir a su vacío, dice ella que es para no tener que sentir. En su cabeza hay una voz que le dice: "venga, solo una puntita, una puntita más" y ella me abandona de nuevo.

Alicia, no pienso rendirme, la vida nos espera ahí fuera. Alicia, vivamos.
Alicia, deja esa mierda, hay polvos mejores.

P.D.: A todas las Alicias exiliadas al pais de las falsas maravillas

1 comentarios:

Nesk dijo...

Creo reconocer el libro del que hablas...
Demasiadas Alicias deambulan por el mundo...